Esta irrealidad me tiene mal acostumbrado.
No me deja pensar ni distinguir.
Viene ocupandose de mi...satisfaciendome cada deseo.
Este suelo no es para mi.
Soy quien guía mi propio juego.
Y de tanto andar, ya no puedo bajar.
Y soy el naufragio entre tantos que buscan una libertad que huye de ellos y auyenta a la realidad.
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